Al día siguiente me dio por pensar en mi vida, ¿Cómo había llegado hasta aquí? Qué clase de trauma me había convertido en este tipo de persona. Como podía ser que no tuviese aficiones, hobbies, amigos, familia, ni siquiera adicciones. Soy una especie de cosa que deambula por el mundo sin dejar huella ni rastro.

¿Cómo podía pretender que una persona como MI ÁNGEL, siquiera se fijara en mí? Seguro que yo era invisible para ella.

Me dieron ganas de quitarme la vida, de quitarme de en medio, nadie me echaría de menos, fue un pensamiento pasajero, pero fue la primera vez en mi vida que me planteaba el suicidio. Realmente algo estaba pasando en mi cabeza, algo desconocido, nuevo, inquietante y peligroso.

Pensé en mi infancia, y la verdad es que fue, como el resto de mi vida MEDIOCRE, no tuve grandes amigos, no fui un estudiante ejemplar, no hice nada especialmente reseñable, los veranos los pasábamos en el pueblo de mi madre donde me encerraba en mi mundo y donde no me esforzaba por conocer a nadie, tampoco mi madre me empujó a ello, y me fui acostumbrando, acomodando a estar solo y a no aguantar a nadie.
En la mili me putearon bastante cuando entré, humillaciones, alguna colleja y bastantes putadas me hicieron esos hijos de puta aunque he de reconocer que yo también las hice cuando entraban los quintos. Me enseñé especialmente con Romero, un gordito de Murcia que jodí hasta aburrirme.

No estoy especialmente orgulloso de ello, pero la verdad, es que tampoco me arrepiento demasiado, así es la vida, no?

A la salida de la mili me puse a trabajar en Dispacel, la fábrica de Celulosa que hay en Abrera, hacia el turno de noches, y mi trabajo consistía en asegurarme que las grandes bobinas de papel del culo no se rajaran. Una mierda de trabajo ya lo sé, pero que quieres, alguien tiene que hacerlo, no?
Ahora que lo pienso creo que siempre he estado entre papel del culo, en Dispacel y ahora en el Café Niza, la gente utiliza el bar como si fuera un WC, vienen aquí se emborrachan, nos cuentan su mierda y se limpian el culo. Una puta mierda.

Durante estos años, no hice gran cosa, entre semana, trabajar de noche, dormir de día, los sábados solía ir al Club Palace que hay en Martorell, a follarme a una puta, al principio iba cambiando cada semana hasta que las probé a todas, hasta que me topé con Melanie, una dominicana que se quería casar conmigo, y tuve que dejar de ir. Deje de ir al Palace pero no de putas, fui deambulando por todos los puticlubs de la zona hasta que sinceramente me aburrí y simplemente también deje de follar.

En Dispacel estuve 12 años hasta que cerró la fábrica, fue entonces cuando alguien me dijo que necesitaban un camarero en el Niza y me vine para aquí.

Qué vida tan triste, no…?

Si quería que mi ANGEL se fijara en mi tenía que cambiar, pero, ¿Cómo?, apuntarme a un gimnasio? A la biblioteca? Comprarme ropa? Colonia? Desodorante? Ir al cine? Preocuparme por el cambio climático, las focas, o los animales abandonados?

No sabía por dónde empezar, ni que hacer exactamente.

A todo esto se me había hecho tarde y tenía que ir al Niza.

Al llegar volví a Saludar a Andrés con un HOLA. (Si tenía que cambiar, tenía que cambiar) esta vez sí, me ha miró y me dijo HOLA. La verdad es que no sé porque, pero me gustó que me saludara como si me viera, como si fuese importante para él, como si fuésemos amigos…

Mi jornada laboral transcurría con normalidad, más o menos como siempre, pero yo tenía una actitud positiva. Hasta que una vez más a la misma hora ha vuelto a entrar MI ANGEL.

Ayer estaba guapa, hoy… estaba DESPAMPANATE.

Un vestido blanco con topos negro ceñido le dibujaba su figura, realmente está mucuy buena, seguro que ella sí que va al gimnasio y a la biblioteca. El vestido era también hasta las rodillas, Mi ángel no va con minifaldas como las guarrillas de hoy en día. Zapatos de tacón blancos, el mismo bolso y gafas que ayer.
Se ha acercado una vez más flotando hasta la barra y al llegar, no sé cómo lo he conseguido pero le he dicho: Un café con leche con sacarina?

Me ha mirado y me ha sonreído.

Al sonreírme el Niza se ha iluminado como si se tratara de un fogonazo en un concierto. Que belleza! Le ha encantado que me acordara. Vamos si me acordaba…

Me ha dicho, SI, gracias, y se ha sentado en un lateral de la barra.

Yo me he quedado observándola ahora desde más cerca, he intentado no molestarla con mi mirada, ella se ha quedado mirando su móvil, preciosas manos.

Entonces ha entrado un chico joven, de unos 28 años con una camiseta ceñida, marcando pectorales, unos vaqueros ceñidos, cinturón de hebilla y unas zapatillas de deporte.

Le he mirado y me he temido lo peor.

Así ha sido, al ver a MI ANGEL se ha acercado hasta el lateral de la barra y se han saludado con dos besos en las mejillas. Me miró y me pidió una Coca Cola Zero Zero.

Quizás sea su hermano pequeño, pensé…

Sigilosamente me acerqué para escuchar la conversación entre ellos y como vosotros seguro que imagináis NO era su hermano.

Se estaban conociendo, habían conectado por una aplicación de esas modernas que hay hoy en día, se llama Meetic, (me he informado). Se presentaban, hablaban, se decían los gustos etc… Estaba claro que mi ANGEL no iba a salir con un mocoso chulopiscinas como ese.

Mis tripas se retorcían, mi cabeza iba a explotar, tenía ganas de salir de la barra y echar a patadas al chulito ese, ella es mucha mujer para ti pensé… pero me contuve y me quedé en mi sitio…

La cita, como era de esperar, duró poco, él me pagó su Coca Cola y se fue sin siquiera terminarla. No fue capaz ni de invitarla. Puto niñato.

Me quedé mirándola durante un buen rato, ella le daba vueltas a su café con leche con la mirada perdida.
MI ANGEL BUSCA PAREJA, pensé.