Me levanté con mucha energía y me dediqué a limpiar y organizar mi pocilga, saque mierda a paladas, hay que ver la basura que uno puede llegar a guardar, papeles, facturas, bolsas de plástico, ropa vieja, electrodomésticos que no funcionan, bolsas con cosas varias, todavía tenía el uniforme de la fábrica guardado en fin, mierda y más mierda.
También limpie la nevera, de ahí salió de todo, fruta podrida, queso en lonchas azul cuando no debía ser azul, salsas caducadas, un trozo de fuet reseco con moho, latas de coca cola caducadas, (me bebí una… tenia sed) en fin, y mucha suciedad, después fui al armario que tenía como despensa y ahí ya fue de traca, había más insectos pequeños que comida, habían hormigas sobretodo en un paquete de azúcar, mosquitas en un paquete de arroz, (hacía años que no cocinaba arroz) , incluso se había enmohecido un paquete de pasta, ¿Cómo se puede enmohecer la pasta si es seca? Increíble pero cierto…
Pasé 3 horas arreglando mi pocilga hasta convertirla en algo parecido a lo que la gente llama casa.
Acabe rendido y satisfecho.
Busqué una peluquería digamos moderna… no al barbero de siempre. Encontré unas fotos de chicos jóvenes, entré y me hicieron esperar en una salita.
Quiere tomar un café o un cortado? Me preguntó la peluquera, yo me quede boquiabierto…
No, gracias contesté… me habré equivocado pensé…
Una chica preciosa me atendió, me lavo la el pelo, lo tenía limpio pensé me había duchado hacia tres días… y me sentó frente al espejo.
Como lo cortamos? Me preguntó
Quiero un corte digamos moderno, más actual, haz lo que te parezca por favor.
Ok, contestó.
Me rapó la nuca y me hizo un degradado, arriba me peinó hacia un lado, me dijo que para mi edad era lo más conveniente… Lo que no entendí es que después antes de secarme el pelo me volvió a lavar la cabeza… Si ya me la había lavado… En fin, no dije nada.
La verdad es que parecía otra persona, estaba raro pero bien. Parecía más joven. Otra persona.
De ahí, me fui al Massimo Dutti e hice la misma operación, le dije a una chica que me atendiera y me vistiera. La ropa de MD es clásica, no quería tampoco parecer un viejoven. Quería algo elegante y discreto con ella.
Salí con un pantalón de pinzas, unos mocasines negros, una camisa blanca y un jersey de pico.
Parecía otra persona, la verdad, me miré al espejo antes de irme y sonreí.
Salí con la ropa nueva, puse toda mi ropa en la bolsa que me dieron en la tienda y la tiré en la primera basura que vi al salir.
Al no tener aficiones ni vicios la verdad es que no me supuso ningún esfuerzo todos estos gastos, tantos años trabajando sin gastar me habían hecho tener una cuenta corriente digamos… bonita, podría renovar todo mi vestuario y no darme cuenta. Así lo haré…
Salí a la calle y todo parecía distinto. Creo que caminé más erguido, más sonriente, las personas a mi alrededor ya no me parecían tan asquerosas, me atrevería a decir que algunas me parecían hasta agradables.
Había empezado mi CAMBIO.
Comí algo antes de ir al Niza y a la hora estaba ahí puntual.
Al entrar todos los que ahí estaban me miraron asombrados, Andrés fue el primero que al verme esbozó una sonrisa y me saludó, yo le sonreí y le dije Hola, que tal?.
Nadie me dijo nada pero note como todos sonreían al verme pasar, me sentí bien, por desgracias me tuve que poner mi chaleco roñoso y ponerme a trabajar.
Me lo puse pero al cabo de 20 minutos decidí quitármelo, ese chaleco representaba al Yo que quería enterrar y lo dejé en el almacén entre las cajas de refresco y cervezas.
Afronté mi servicio con una nueva perspectiva, más positivo, más atento, más sonriente pero he de reconocer que tantos años siendo un gilipollas no se solucionan con una sonrisa, un corte de pelo y ropa nueva. Cuando intentaba ser amable con mis clientes, estos desconfiaban de mí, y se apartaban… normal, pensé…
Mi cambio tendría que ser total, no sólo exterior sino también interior.
La mañana siguiente la dedicaré a buscar información para saber que he de hacer. De momento no voy a desfallecer.
Mi Ángel no ha venido hoy, lástima con lo guapo que yo estaba.