Llegó el día, a las 06h30 de la mañana me levanté y desayuné fuerte, me esperaba un día complicado y tenía que tener fuerzas para poder sobrellevarlo.

Me puse un mono azul que me había comprado para la ocasión y una gorra grande, seria mi disfraz. Pasé debajo de la cámara y esperé en un ángulo muerto donde las cámaras no me pudiesen grabar.

A las 08h20 como cada día salió el primer vehículo. Yo entré y puse mi papel en el sensor. La puerta se quedó abierta.

Esos 10 minutos se me hicieron eternos, en ese tiempo me dio tiempo a todo, a repasar mi vida, la nuestra, pensé en que es lo que estaba haciendo, si merecía la pena.

¿Cual iba a ser nuestra vida si no cometiese el crimen?

Nuestra vida iba a seguir siendo una mierda.

Miré el reloj 08h28 me quedé detrás de la columna mas cercana a su coche, y esperé que llegara Eva y como cada dia a las 08h30 apareció Eva con un vestido blanco.

No me lo pensé, mientras Eva abrió la puerta y se sentó en el coche, me acerqué con el revolver en la mano y le disparé dos veces en la cabeza.

Sus sesos se esparcieron por todo el interior del vehículo, la verdad es que la imagen era dantesca, podría haber apuntado al pecho pero tenía que asegurarme que no sobreviviría, yo creo que no se enteró de nada.
Salí con mucho cuidado por detrás de los arbustos donde no alcanza la cámara.

Todo había salido bien. Nadie vio nada.

Llegué a casa me deshice de la ropa y del arma.

Fui como cada día al Niza y nada más llegar vino Violeta llorando.

Han matado a Eva!!! Me dijo…

Yo no entendí nada, debería estar contenta pensé…

Violeta era mejor persona que yo, tenía sentimientos puros. Una sensación desconcertante se apoderó de mí, había actuado bien? Había actuado mal?

Me sentaré a esperar pensé…

Acompañé a Violeta al funeral, ahí estaba Álvaro con sus niños llorando desconsoladamente, a la hora del pésame Violeta se abrazó a él y él a ella. Fue muy duro para mi verlo. Aunque tendría que acostumbrarme. Para eso había hecho todo esto.

Poco a poco Violeta fue el paño de lágrimas de Álvaro, estuvo a su lado todo el tiempo, se convirtió en su mejor amiga, a mí en cambio me venía menos a ver, pero las veces que venía me explicaba que Álvaro estaba mejor, que ella seguía locamente enamorada de él y que le estaba ayudando a superarlo.

A mí me hacía muy feliz verla contenta.

Hasta que un domingo por la mañana me llamó Violeta por teléfono y me contó que la noche anterior había ido a cenar con Álvaro y que habían acabado haciendo el amor en casa de Álvaro. Se había marchado al amanecer para que los pequeños no la viesen en casa pero estaba radiante y FELIZ.

Mi plan había salido como yo lo había previsto. Me dolió y alegró a la vez.

Solo fue cuestión de meses que Violeta se mudase a casa de Álvaro, imagino que un hombre solo con dos niños pequeños necesita la ayuda de una mujer.

Hoy Violeta es feliz y la quiero tanto que he preferido echarme a un lado para verla así. Ese desgraciado no sabe la suerte que tiene y todo lo que yo he tenido que hacer para llegar hasta aquí pero no me arrepiento de nada.

Sigo con mi vida, no he olvidado a Violeta, ahora viene con su marido por el Niza, y la última noticia que me ha dado es que está embarazada y que quiere que yo sea el padrino de su hijo.

Que vueltas da la vida… me conformaré con ver feliz a MI ÁNGEL, sé que mucho menos de lo feliz que habría podido ser a su lado, pero no siempre se puede tener todo en esta vida. No?

Eva? Bueno Eva fue un escollo para que todo saliera bien.

Voy a seguir con mi vida pero al menos tengo la ilusión de verla de vez en cuando, soy el Padrino de Julito, el hijo que nunca tuvimos.

FIN.